Nací en 2004, Buenos Aires, Vicente López.
Desde muy chico que me fascinaban ver a Goku entrenar para romperle la cara a Freezer y jugar a la Play, la que considero la primer culpable de que haya escrito una novela. Resulta que la Play fue lo que los libros eran para cualquier escritor. Pero en vez de un estímulo a la creatividad, la play se fue más una inyección de heroína con efectos secundarios.
Siempre había alguna imagen que se me colara entre los dos hemisferios del cerebro para no irse jamás. Pero ese exceso de imaginación nunca terminó de salir a la luz de alguna forma hasta que después de una vida de timidez y encerrado jugando me cansé e hice caso a un impulso: escribir. Es entonces que hoy en 2025, Tenebris ex Anima está flotando en la web como el primero de muchos objetivos cumplidos.